Anguiano

Anguiano

No puedo recordar la primera vez que oí hablar de Anguiano... Era tan natural como lo era respirar o levantarme en la mañana y tomar desayuno antes de irme a la escuela. Sin embargo, no fue antes de casi cumplir cincuenta años que pisé por primera vez sus calles y crucé por primera vez el puente de la Madre Dios que lo separa —o une— con el barrio de Cuevas, allí donde nació mi padre.