Piece of Strength
Elvira camina, piensa y resuelve.
Coda o preámbulo...
Después de despedirse de Begoña, Elvira camina por Avenida Bustamante hasta llegar a la Alameda. Allí se encuentra con la Feria del Disco; se detiene un momento, ve un póster, asienta para sí misma con la cabeza y entra.
...tú y Enrique llevan juntos un montón de tiempo, ¿verdad?
Ya serán veinte años este septiembre.
Me parece toda una vida.
Mmm, mmm.
¿Lo has engañado alguna vez? le pregunté con un susurro, temiendo ser demasiado impertinente.
No, porque lo único que nos prometimos Enrique y yo es no mentirnos.
Entonces...
No nos hemos mentido nunca, Elvira. ¿No te basta?
Abraxas
Nada que hacerle: cada uno y cada una encuentra su propio, intransferible, dolor.
¿Qué me duele más?
¿Mi concha humillada o mi ego herido?
La misma mañana en la que me sentía horrible; todavía con resaca.
Todavía con rabia y vergüenza.
En la que ya me había duchado dos veces sin haber logrado quitarme su asqueroso hedor de encima.
La misma en la que me daba pavor sólo pensar tener que verlo en clases mañana.
Begoña me lleva a conocer a su amiga Odilia y me cuenta su historia...
Cierto; mi dolor no es nada comparado con el suyo, nada.
Pero es mi dolor.
Mi dolor de tripas; mi basura en el pecho; mi dolor en la concha.
Mi vergüenza.
Vaya que me enseñaste anoche, cabrón.
No supe qué contestarte; no supe qué decirte; ganaste, me hiciste callar.
Vaya que me falta camino por recorrer, hijo de puta.
Gracias a ti, un poco menos ahora, eso sí.
Cabrón, cabrón Canales.
¡Qué imbécil soy!
Peor, soy ingenua.
Ingenua...
Ramiro.
¿Quisiste consolarme?
Ahí estabas tú, Ramiro de los ojos marrones.
Como si lo supieras, como si lo hubieras adivinado todo en mi cara.
Apenas llegué te acercaste y me diste este otro "barquito de papel" como el de la Círculo hace ya... ¿cuánto tiempo?
¿Qué misterio tienes, Ramiro?
¿Quién hubiera dicho que terminaríamos aquí en Santiago, juntos, en la misma pensión?
Tú, enseñándome poco a poco a mí esa música que te gusta?
The Sage... Abraxas.
Todavía no lo sabes, Ramiro, pero esta tarde caminando
desde Bilbao a la Alameda, vi ese póster.
El de esa diosa negra, voluptuosa, mágica.
Entré a la tienda y te compré Abraxas.
Ya tengo tu regalo de cumpleaños.
Elvira Codulá
Notas en su cuaderno
Última modificación: 18 de marzo de 2024.