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El incendio mismo no me impresionó
mucho.
Harto menos que el del "El Blanco y
el Negro" dos cuadras más hacia
el centro.
Fue un incendio opaco,
temprano en la tarde; bien distinto
del de Frindt, el del "El Rayo" o
el de la Universidad Católica,
todos temprano en la noche.
Si me acuerdo del incendio de la
Talabartería La Francesa es
porque ahí vi llorar amargamente
a su dueño, afirmado con una
mano a un poste y sosteniendo un
pañuelo blanco en su boca con
la otra; observando atónito, a
media cuadra de distancia, rodeado
por sus hijas, sin poder acercarse
más, porque se lo impedía el
montón de gente, cómo lo
único que le iba quedando era
el caballo.
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