PORTALES con BULNES es una de las esquinas más marcadas del sector céntrico de Temuco.



Portales con Bulnes es un sitio de frontera.

En esta intersección temucana se habla una pluralidad de idiomas; se camina a los más diferentes ritmos y con los más disímiles propósitos, se juntan y se separan una variedad de rostros, ropas, gestos y ademanes.



Una cuadra hacia el Sur y se llega al centro del centro.

No hay ambigüedad alguna allí.

No hay duda que en Montt con Bulnes, el metro cuadrado fue una buena inversión, un buen negocio; una buena razón para alegrarse. Mucho más que la Plaza, Montt con Bulnes es el centro de Temuco: después de Rodríguez debe ser el sitio donde andan más taxis.

Un Café grande ahí, en la esquina donde estaba Modas Margarita, sería una delicia. Desde su segundo piso se podría gozar lo que no se puede ver desde la inmensidad cavernosa del Maggio.

Hacia arriba o hacia la izquierda, hacia Aldunate o hacia Rodríguez, también hay un mar de gente; pero sus propósitos son bien distintos.



En Aldunate o Rodríguez nadie simplemente pasa. Están todos apurados para pasar a la panadería, a comprar huevos o a tomar la micro.



Hacia Prat hay mucha menos gente.



El eje noreste-suroeste es el más interesante de todos en Portales con Bulnes a medio día los días de semana. La esquina del sur está dominada por lo ancho, por la apertura hacia los portales y la continuación de los cafés de Bulnes hacia Rodríguez.

La del norte amortigua la presencia de un Mercado que Bulnes pareciera querer disimular, empujándolo hacia Aldunate. De un lado, el comercio de las veredas son las artesanías: montones de aros y collares de plata, mostacilla y de níquel.

Del otro, es la prolongación del Mercado con las campesinas Mapuche vendiendo lechugas, apios, rábanos y cilantro.



Hacia la Estación, por Portales, se camina por un comercio bullicioso y verbal, apto para pregonar las tortillas al rescoldo en los canastos de mimbre y manteles blancos.

Hacia la Estación, por Portales, hay más mantas, ponchos y rebozos. Por allí, se abre un comercio viejo —de almacenes— que casi que se extingue como antes se extinguieron las agencias que estos almacenes, a su vez, reemplazaron.



Entre la esquina noreste y la suroeste de Portales con Bulnes se despliegan varias de las múltiples culturas de Temuco.

La intersección marca uno de sus puntos de máximo contacto y, con el mismo gesto, marca las máximas diferencias.

La intersección construye una frontera social y étnica difusa y porosa, pero cierta.