De acuerdo a una enciclopedia
taurina, al alimón es una forma
de torear al toro en la que dos
toreros usan simultáneamente
una sola capa:
"Al alimón es un lance en el que los lidiadores,
cogiendo cada cual uno de los extremos de un
solo capote, citan al toro y lo burlan, pasándole
la capa por encima de la cabeza."
El diccionario de la RAE dice algo bien parecido:
"Suerte del toreo en el que los lidiadores, asiendo
cada cual de uno de los extremos de un solo
capote, citan al toro y lo burlan, pasándole aquel
por encima de la cabeza."
La definición que inventaron Neruda y García Lorca
es menos descriptiva, pero harto más estimulante:
"Existe en la fiesta de los toros una suerte
llamada "toreo al alimón" en que dos
toreros hurtan su cuerpo al toro cogidos
de la misma capa..."
mientras se lanzaban en su homenaje a Rubén
Darío entre los dos. (El discurso está en las
Obras completasde Lorca editadas por Aguilar
y en el Confieso que he vividode Neruda).
La definición de los
dos diccionarios se
hacen un lío para
explicar qué es lo
que hacen los toreros
con la capa y cómo
están asidos a ella:
por ello tienen que
mencionar al capote
dos veces.
La RAE siempre
muy seria usa el
demostrativo "aquel"
confiada en que nos
acordaremos a qué
se refiere...
La otra enciclopedia,
hace el truco poco
ortodoxo de usar
dos palabras similares
para evitar la repetición:
capote y capa.
Lorca se evitó todos
estos problemas con
un cambio de perspec-
tiva. A él parece im-
portarle mucho menos
qué es lo que le hacen
los toreros al toro, y
mucho más qué es lo
que hacen sobre sí
mismos. La acción en
los diccionarios es
"burlar" al toro, en
la de Lorca, lo impor-
tante es "hurtarle el
cuerpo". Las primeras
son objetivas, la de
Lorca es subjetiva
porque introduce un
término completamente
ausente en las otras dos:
el peligro y la muerte
al que se enfrentan
los toreros al alimón.
Escribir al alimón es entretenido y harto menos
peligroso.
Escribir, hacer algo al alimón, es irse acomodando
a lo que escribe o dice el otro, al mismo tiempo en
que se lo/la va desafiando a continuar el proyecto
común.
En eso se parece y se diferencia de la
paya porque el al alimón no tiene el sentido
competitivo de aquélla, aunque en los dos casos, la
actuación misma es casi lo más importante.
Acomodarse al otro significa estar atento a ritmos,
repeticiones, cadencias, virajes, gradaciones. Luego
de la introducción en la que establecen la analogía
entre su juego y el de los toreros, Neruda y Lorca
desarrollan varios paralelismos y gradaciones, con
los que se complementan y se desafían el uno al otro:
¿Dónde está la plaza de Rubén Darío/
¿Dónde está la estatua de Rubén Darío/
¿Dónde está el parque Rubén Darío/
¿Dónde está la tienda de rosas de Rubén Darío/
¿Dónde está la mano cortada de Rubén Darío/
¿Dónde está el aceite, la resina, el cisne de Rubén Darío/
la plaza,
la estatua,
el parque,
la tienda de rosas,
la mano cortada,
el aceite, la resina, el cisne...
El fragmento tiene la cualidad de una rápida
gradación semántica por la que se pasa desde los
lugares más esperados más comunes hasta los
más sorprendentes, al mismo tiempo en que tanto
Neruda como Lorca van introduciendo sus campos
semánticos favorecidos y sus cadencias rítmicas
favoritas. Poner junto un discurso al alimón es
homólogo a la "improvisación" jazzística. En ambos
casos, se trata de tensiones y de balances entre
restricciones, prescripciones y libertades: después
de que uno de los participantes ha dicho que es
otoño, el otro no puede ya escribir sobre los
naranjos en flor... a menos que sitúe la contra
acción en otro hemisferio.
Rodrigo encontró la canción de Víctor Manuel y
Pablo Milanés "En blanco y negro".
En una parte dice así:
Porque la historia
con su cara y cruz
se desnuda a la luz
de la memoria.
No te descorazones,
date prisa,
que cambiamos canciones
por sonrisas.
Enséñale los dientes
al presente
que juntando tu voz
con la voz de tu hermano
son mucho más que dos
un asturiano blanco y un cubano
negro como el carbón.
Por eso al alimón
con Pablo canto un son...
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