La Celestina

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x. Celestina deja muy contento a Calisto

E
n el original que nos ha llegado de Fernando de Rojas, Celestina sale casi corriendo de la casa de Melibea y muy rápido, luego de encontrarse con Sempronio en la calle, llega a la de Calisto con las noticias de su reunión con la doncella. En su película, Gerardo Vera mueve este encuentro a la calle un día de carnaval... lo que le permite también introducir allí, entre la muchedumbre que celebra la fiesta a la bella Areúsa.

Posada de la Sangre*

A mí me gusta imaginar este encuentro cerca del mercado toledano, quizás en la misma Posada de la Sangre en la que siglos más tarde se quedaban a dormir Dalí, Buñuel y Lorca en sus paseos de fin de semana a Toledo. Allí, en nuestra versión, un muy feliz Calisto recibió de manos de Celestina el cordón de Melibea mientras Sempronio lo miraba burlón y Pármeno, todavía escéptico, meneaba a ambos lados la cabeza.

Mientras Calisto se abrazaba a su cordón como si fuera una reliquia santa y Sempronio se burlaba de él por lo bajo, pensando que por gozar con el cordón, no va a querer gozar a Melibea, Pármeno todavía movía a ambos lados su cabeza... por lo que Celestina entendió que para evitar toda posibilidad de que se estropeara su negocio, debía apresurarse a cumplir la promesa de conseguirle a Areúsa, lo que intentó hacer esa misma noche.

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*La Posada de la Sangre recibía su nombre porque... bueno, estaba cerca del matadero (de animales). Allí se quedaban Dalí, Pepín Bello, Buñuel y Lorca cuando iban los fines de semana desde Madrid a la ciudad. Siglos antes, allí se alojó Miguel de Cervantes mientras en Toledo escribió una de sus novelas cortas, La ilustre fregona. Lamentablemente, La Posada de la Sangre fue destruida en un bombardeo durante la Guerra Civil.