La Celestina

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iii. La virtud de Melibea

E
sa tarde, después de su desencuentro con Melibea en el mercado, Calisto había llegado meláncolico a su casa; con el apetito perdido, comió no más de dos o tres bocados de un estofado de vaca con castañas asadas antes de retirarse a su aposento y tumbarse en su cama intentando consolarse pulsando —sin mucha fortuna ni destreza— las cuerdas de su laúd y entonando a medias tristes canciones amorosas del maestro del momento, compositor de la corte y popular también en las tabernas y teatros, Juan del Encina:



Más vale trocar

plazer por dolores

que estar sin amores.

Donde es agradecido

es dulce el morir;

vivir en olvido

aquel no es vivir.

Mejor es sufrir

pasión y dolores

que estar sin amores.

Es vida perdida

vivir sin amar

y más es que vida

saberla emplear.

Mejor es penar

sufriendo dolores

que estar sin amores.

La muerte es victoria

do vive afición,

que espera haber (tener) gloria

quien sufre pasión.

Más vale presión

de tales dolores

que estar sin amores.

El que es más penado

más goza de amor,

que el mucho cuidado

le quita el temor.

Así que es mejor

amar con dolores

que estar sin amores.

No teme tormento

quien ama con fe,

si su pensamiento

sin causa no fue.

Habiendo por qué

más valen dolores

que estar sin amores.

Amor que no pena

no pida plazer,

pues ya le condena

su poco querer.

Mejor es perder

plazer por dolores

que estar sin amores.

Viéndole tanto sufrir, Sempronio trataba de hacerle olvidar sus tristezas recordándole las imperfecciones de las mujeres.

Pero Sempronio, que ya había escuchado antes esos tópicos medievales, no se dio por vencido y sacó a relucir las enseñanzas misóginas de Séneca.

Recordemos que Calisto está simplemente describiendo la belleza ideal según los libros de amor cortés... y las pinturas renacentistas como las de Boticelli. Habrá un contraste muy cómico con la manera como la describe más adelante Areúsa... aunque sea, quizás, más por celos que por amor a la verdad.

Fue entonces que Sempronio pensó que bien podría hacer él mismo un buen negocio a costa de la pasión de su amo.

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*Más vale trocar es una canción compuesta —letra y música— por Juan del Encina, (1468 - 1529). Juan del Encina trabajó principalemente en la corte de los Reyes Católicos... pero también fue autor de muchas canciones satíricas y jocosas (algunas subidas de tono) que probablemente no se cantaban cuando la reina Isabel andaba cerca. La versión disponible aquí es de Jordi Savall en su álbum Romances y Villancicos, disponible en iTunes.