El grito
La elipse de un grito
va de monte
a monte.
Desde los olivos
será un arco iris negro
sobre la noche azul.
¡Ay!
Como un arco de viola
el grito ha hecho vibrar
largas cuerdas del viento.
¡Ay!
(Las gentes de las cuevas
asoman sus velones.)
¡Ay!
Puñal
El puñal
entra en el corazón
como la reja del arado
en el yermo.
No.
No me lo claves.
No.
El puñal,
como un rayo de sol,
incendia las terribles
hondonadas.
No.
No me lo claves.
No.
¡Ay!
El grito deja en el viento
una sombra de ciprés.
(Dejadme en este campo
llorando.)
Todo se ha roto en el mundo.
No queda más que el silencio.
(Dejadme en este campo
llorando.)
El horizonte sin luz.
está mordido de hogueras.
(Ya os he dicho que me dejéis
en este campo
llorando.)