Cuadernos
de Grosellas

  Grosellas: Hebras narrativas


Las afinidades electivas...

Die Wahlverwandtschaften, Johann Wolfgang Goethe (1809)

Una de las ideas detrás de la novela de Goethe es la vieja —llega atrás hasta el griego Empedocles— concepción acerca de la naturaleza según la cual los opuestos se atraen y los similares se repelen...

¿Qué pasa con las parejas?
¿Qué pasa cuando se introduce otro personaje en una relativamente estable vida matrimonial?

La novela relata la historia de Eduard y Charlotte, una aristocrática pareja que disfruta de una vida idílica en una finca apartada cuya relación se deteriora después de que invitan a un amigo de Eduard, el capitán Otto, y a la sobrina huérfana de Charlotte, Ottilie, a vivir con ellos en su mansión.

Como en una reacción química, cada uno de los cónyuges experimenta una nueva y fuerte atracción recíproca: Charlotte por el sensato y enérgico capitán Otto; el impulsivo y apasionado Eduard por la adolescente y encantadora Ottilie.

Para Elvira, quien descubrió la novela por primera vez a los quince años en la película Jules et Jim de Truffaut, la historia —con la tensión entre pasión y razón— debió de ser particularmente reveladora a la luz del afer que en esos días tenían Ernesto y Tomasa... y su propia atracción por Aníbal, por una parte, y por Ramiro, por la otra.

...su amigo no se atrevió a apretar el retrato contra sus labios, pero tomó la mano de Ottilie y la estrechó contra sus ojos. Eran quizá las dos manos más hermosas que jamás se habían unido. Para él fue como si se le hubiera quitado una piedra del corazón, como si hubiera caído un muro de separación entre Ottilie y él. Guiados por el molinero, Charlotte y el capitán bajaron por un sendero más cómodo. Se saludaron con alegría y tomaron un refrigerio. No quisieron volver por el mismo camino, y Eduard emprendió un sendero por las peñas, al otro lado del río, por el cual se volvían a ver las lagunas una vez que lo dominaron con algún esfuerzo. Entonces atravesaron un bosque, y se abrió una vista hacia el país, con diversas aldeas, poblados, granjas, con sus contornos verdes y fértiles, y, en primer término, con un caserío, que en lo alto estaba escondido en lo más hondo del bosque. El mejor esplendor del país se mostró del modo más hermoso, a un lado y a otro, en la cima suavemente ganada, desde la cual pudieron llegar a un ameno bosquecillo, a cuya salida se encontraron en las rocas frente al castillo. ¡Qué contentos estuvieron de llegar sin sospecharlo siquiera! Habían rodeado todo un pequeño mundo: ahora estaban en el sitio donde había de elevarse la nueva construcción, y volvían a ver las ventanas de su residencia...

Las afinidades electivas, capítulo VII (fragmento).


Pata coja.

Última modificación: 6 de noviembre de 2023.

  Grosellas: Hebras narrativas.



 

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